Diferencia entre interés simple y compuesto

Los conceptos de tipo de interés simple y compuesto nos ayudan a entender la rentabilidad o el coste generado de los productos financieros que contratamos. Es importante distinguirlos para saber cuál resultará más beneficioso en nuestras operaciones.

Diferencia entre interés simple y compuesto

En relación a los productos financieros, seguro que has oído hablar en numerosas ocasiones del tipo de interés. Lo que a lo mejor no tenías tan claro era la posibilidad de aplicar un tipo de interés simple a los productos contratados, o compuesto.

Dado que ambos términos son un importante concepto en finanzas, vamos a explicarlo en detalle a continuación para que no vuelvas a tener dudas.

Interés simple

El interés simple es una de las tipologías de interés que existen para ser aplicado a un producto financiero. Lo interesante es conocer y entender bien el concepto para poder decidir si nos conviene, o no, este tipo de interés en nuestros productos.

Definición y características

El tipo de interés simple es aquel que se aplica sobre el capital inicial depositado en un producto de ahorro, o bien sobre la cantidad recibida en un préstamo o hipoteca. Al aplicar este tipo de interés, el balance principal no cambia, lo cual puede resultar atractivo para según qué productos financieros.

Podemos resumir las características del tipo de interés simple de la siguiente manera:

  • No altera el capital inicial, que se mantiene igual durante toda la operación
  • El tipo de interés se aplica sobre el capital inicial
  • La tasa de interés es la misma durante toda la operación

¿Cómo se calcula el tipo de interés simple?

El cálculo del tipo de interés simple se realiza siguiendo la siguiente fórmula:

I = C * i * n

  • C = Capital inicial
  • i = Tasa de interés
  • n = Periodo de tiempo

Por ejemplo, si abrimos un depósito con un capital de 10.000€, a un tipo de interés simple del 0,2% anual durante 3 años, ¿cuántos intereses habrá generado este depósito a fecha de vencimiento?

I = 10.000 * 0,002% * 3 = 60€

El tipo de interés que habremos obtenido cuando venza el depósito es de 60€, por lo que recibiremos un total de 10.060€, que corresponden a la cantidad inicial depositada más el interés generado.

¿En qué productos interesa tener un interés simple?

Teniendo en cuenta que el tipo de interés simple no aumenta el capital inicial, será ventajoso aplicar este tipo de interés a aquellos productos por los que debemos pagar intereses (que no recibir). Es decir, en los productos de préstamos e hipotecas.

Por ejemplo, si se nos ha concedido un préstamo de 5.000€ a 2 años, y el tipo de interés (simple) es del 0,5%, ¿cuántos intereses habremos pagado al banco por la cantidad prestada?

I = 5.000 * 0,005% * 2 = 50€

A los dos años, habremos devuelto al banco la cantidad prestada más los intereses generados, es decir, un total de 5.050€

Interés compuesto

El tipo de interés compuesto es otro tipo de interés que puede ser aplicado a los distintos productos financieros. Veamos en más detalle en qué se diferencia con respecto al tipo de interés simple.

Definición y características

Con el tipo de interés compuesto los intereses generados en cada periodo se van acumulando al capital inicial, aumentando su valor. Es lo que se conoce como capitalización de intereses, y este método puede resultar muy atractivo para los productos de ahorro.

Así, las características del tipo de interés compuesto podemos decir que son las siguientes:

  • La capital inicial aumenta en cada periodo con los intereses que se van generando
  • El tipo de interés se aplica sobre el nuevo capital generado (balance inicial más intereses generados)
  • La tasa de interés es la misma durante toda la operación, pero al aumentarse el capital sobre el que se aplica, los intereses también crecen en consecuencia

¿Cómo se calcula el tipo de interés compuesto?

La fórmula para calcular el tipo de interés compuesto es la siguiente:

VF = VA * (1 + i)n

  • VF = Valor Futuro
  • VA = Valor Actual
  • i = Tasa de interés
  • n = Periodo de tiempo

 

 

Por ejemplo, si en el ejemplo anterior el tipo de interés aplicado fuera el compuesto, ¿qué tipo de interés habrá generado el depósito a vencimiento?

VF = VA * (1 + i)n = 10.000 * (1 + 0,002)3 = 10.060,12€

Lo que supone que el interés recibido es de 60,12€, superior al resultante de aplicar el tipo de interés simple.

¿En qué productos interesa tener un interés compuesto?

Desde el punto de vista del cliente, el tipo de interés compuesto interesa que se aplique en los productos de ahorro, ya que los intereses que se reciben de la operación van siendo mayores cada vez al sumarse al capital inicial.

Sin embargo, no resultaría atractivo aplicar un tipo de interés compuesto a un préstamo recibido, ya que mayores serán los intereses que deberemos pagar a la entidad por dicho dinero prestado.

Por ejemplo, imaginemos que en el ejemplo anterior, sobre el préstamo recibido se aplica un tipo de interés compuesto a la devolución del dinero prestado, de modo que los intereses generados durante el primer año se sumarían a la cantidad inicial prestada. En este caso, los intereses que habremos pagado por el préstamo serían:

VF = VA * (1 + i)n = 5.000 * (1 + 0,005)2 = 5.050,125€

Los intereses que habremos devuelto a los dos años son superiores a los que resultaban de aplicar el tipo de interés compuesto, ya que son 50,125€.

Diferencias entre el tipo de interés simple y compuesto

Como hemos visto, existen importantes diferencias entre ambos tipos de interés, las cuales es necesario entender para, cuando tengamos oportunidad, ser capaces de elegir aquella modalidad que mejor nos convenga.

Por resumir, exponemos a continuación las principales diferencias entre estos dos tipos de interés:

  • - El tipo de interés simple mantiene fija la cantidad de capital inicial, mientras que el interés compuesto la incrementa
  • - El tipo de interés simple se aplica sobre el capital inicial, y el compuesto sobre el capital incrementado por el interés generado en cada periodo
  • - Aplicando el tipo de interés simple los intereses a pagar, o a recibir, son menores a los generados si aplicamos el tipo de interés compuesto
  • - El tipo de interés simple resultará más ventajoso en productos de préstamo e hipoteca, mientras que el tipo compuesto en productos de ahorro

Fuentes: Economipedia, El Confidencial

Autor:

Patricia García Beneytez

Patricia García Beneytez

Patricia es Graduada en Economía por la UNED. Ha residido en Irlanda desde 2013 a 2020, donde ha trabajado en empresas financieras.

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